Es tiempo de sofá y mantita. Es tiempo de un vaso de leche caliente, una buena película o un buen libro para acompañar ese ratito de sofá que es como un premio después de una jornada laboral más extensa de lo deseado, o en un esperado y anhelado fin de semana. Y ningún complemento mejor para nuestro sofá que unos buenos cojines que le den color, que le den vida y que hagan más confortable esos ratitos tan agradables de descanso.
Estos cojines los hizo Maria y utilizó una gama de colores muy parecida en los dos para que no desentonaran, ya que los tiene siempre juntos.
Esta es la combinación más clásica de las formas que puede adoptar el patchwork y los resultados son infinitos en función de las telas y los tamaños de los cuadrados, en este caso muy pequeños.
Y este es otro de los modelos más clásicos: unos molinos que van engarzándose unos con otros formando un bonito y colorido mosaico.
El color verde de alrededor hace que los molinos se vean todavía más.
Nos gusta buscar formas nuevas y crear objetos diferentes, pero siempre es bueno no olvidar lo más tradicional, lo clásico, lo que nos da ese sabor de siempre, como estos cojines. HASTA LA PROXIMA!!
Que alegres que son e ideales para aprovechar telitas!!!!.
ResponderEliminarUn beso.
Olga
¡Qué bonitos!, me gustan mucho los dos, las telas y la combinación... ¡todo!!
ResponderEliminarSaluditos