Aqui tenéis un almohadón muy fácil de hacer, sobre todo para las principiantes. La combinación de blanco y rosa, y los estampados de flores le dan un aire dulce y romántico.
Este fue uno de mis primeros pinitos con el patchwork, con el que quise probar más de una técnica. El motivo central lo hice con telas que reflejan mis absolutas preferencias: las flores y el color rosa. Además me iban fantásticamente para el estilo de mi dormitorio, casi exclusivamente combinado con los colores blanco y rosa. El trabajar con trozos de tela tan grandes hizo muy fácil la tarea.
Alrededor del motivo central hice un acolchado de unas rosas con hojas que trasladé desde una plantilla de las que se adquieren en cualquier tienda especializada. El acolchado lo hice a mano, como el resto del almohadón, excepto la cinta con motivos de color rosa que lo rodea. Cosiendo precisamente esa cinta rosa me reconcilié con la máquina de coser, a la que tenía pánico después de un accidente doméstico de hacía muchos años.
Y aquí está el almohadón tal y como luce en el dormitorio, acompañado de otros almohadones de diferentes tamaños pero todos de color blanco y muy diferentes. ¿os gusta?
Hola Esperanza!!
ResponderEliminarQue entrada más fresca y qué buen gusto tienes!!Compartimos gustos en tonalidades para la elección de telas...a mi también me gustan los rosas y sobretodo ...el blanco!!Da sensación de limpieza y de luz, verdad?Y este almohadón me parece una preciosidad!!Esta mañana de domingo estoy seleccionando unas telitas para hacerme algunos para dar la bienvenida a la nueva estación!!
Sólo una cosita más, darte la bienvenida a este maravilloso mundo de los blogs y espero que disfrutes muchísimo (convencida que así será).
Un abrazo,
Martina.