ROSAS DE SANT JORDI

Uno de los días que más me gustan del año es, sin duda, el día de Sant Jordi. Hace más de cuarenta años descubrí el enorme placer de la lectura. Por eso el día de Sant Jordi, con su perfume a rosas y a letra impresa, se convirtió desde entonces, para mí, en una celebración festiva y especial. Me emociona ver los puestos que invaden las calles, con sus montones de libros de tapas multicolores,  adornados y perfumados por fragantes ramos de rosas. En ellos  se reserva un rincón para los libros de siempre, porque la buena literatura  soporta muy bien el paso del tiempo,  un rincón  para las novedades, porque la creatividad y el trabajo de los escritores no cesa nunca, un rincón para los más jóvenes, porque los niños y adolescentes deben saber encontrar entre sus gustos y aficiones un espacio para la lectura, un rincón para las cuestiones prácticas, con libros dedicados a consejos de salud, dietas milagrosas,  compendios de sabrosas recetas de cocina, los siempre presentes libros de autoayuda,  ... Ojalá que, viváis o no viváis en Cataluña,  este año encontréis vuestro libro especial, y que alguien también muy especial os regale una rosa que os haga recordar para siempre el día de Sant Jordi de 2012. 

Para los que miréis esta página y no conozcáis esta celebración que todos los años, el día 23 de Abril, llena de rosas y de libros las calles de Cataluña, os he bajado unas fotos que ilustran perfectamente en que se convierten nuestros pueblos y ciudades:

Pero no penséis que mi entusiasmo por la celebración me ha hecho olvidar nuestra afición por el Patchwork. He combinado ambos, y como resultado os presento hoy unas rosas que os mostré hace unos días,  pero que en esa ocasión decoraban el altar de una boda.  Las que hoy os muestro, sirven, en el caso de las pequeñas,  para lucirlas en la solapa, en la camisa, en la chaqueta o en donde queramos, y las de mayor tamaño, sirven para montar  ramos de rosas y decorar nuestras casas.

La entrañable Becassine nos muestra la rosa pequeña, de color rojo, parecida a las que aparecen en la foto anterior:

 

Y aquí la tenéis en color rosa, con los cuadritos de vichy de siempre.

¿Cual os parece más bonita?

 

En la foto siguiente tenéis juntas la grande, en blanco, y la pequeña, en rojo. Para la grande se utiliza una tira de tela de 110 cms de largo, que hay que ir frunciendo poco a poco, dándole forma y volumen, hasta obtener la rosa. Las hojas verdes son imprescindibles para conseguir el resultado final.

  Aquí podéis ver con más detalle la rosa blanca, una rosa que sigue recordándome con ternura y emoción  la celebración de la boda de mi hija, de la que formó parte decorando la iglesia.

Aqui tenéis otro detalle de las dos rosas, aunque en realidad, lo que me apetece enseñaros en esta foto, son las  divertidas y coloridas medias y las enagüas de  Becassine, la popular heroína de historias infantiles de comienzos del siglo XX, creada por el dibujante frances Joseph Pinchon, y que vió la luz por primera vez el día 2 de Febrero de 1.905.

En estas dos últimas fotos podéis ver de nuevo la rosa blanca y la rosa roja, y un ramo repleto de rosas blancas en un jarrón de IKEA.

Para que conozcáis un poco más a  la entrañable Becassine, con su aspecto ingenuo y simpático, su atuendo de mujer bretona, su cara redonda como la luna, su nariz minúscula, boca invisible y perpetuamente vestida con las ropas de su aldea: toca blanca, vestido verde de tela gruesa, delantal blanco con una franja roja,  y zuecos campesinos que parecen botas, he bajado dos imágenes más que la representan en formas francamente curiosas y originales, haciendo de Marylin:

Y demostrando un depurado swing (querido Juan,va por tí!)