Teníamos ganas de hacerle a Martí un juguete que pudiera utilizar desde bien pequeño... y nada mejor que los clásicos cubos, un juego de lo más simple y tradicional. Los hicimos bien blanditos. Apenas se pueden apilar, que es uno de las formas más habituales de jugar con los cubos, pero Martí, a pesar de que es muy pequeños los coge, los explora y los tira sin riesgo de hacerse daño. Es un juego ideal para los más bebés.
En uno de los seis lados les pusimos las tres primeras letras: a, b y c, mirando de combinar las telas sin repetirlas.
Y en otro de los seis lados, los tres primeros números: 1, 2 y 3, con otras telas también diferentes.
Y aquí podéis ver los seis cubos que hicimos con sus números y letras, apilados, aunque con un equilibrio un poco inestable. Están rellenos de miragüano y eso hace que los lados no puedan quedar del todo planos. Probamos de llenarlos con unos cubos de espuma, pero resultaban demasiado rígidos. Así son más dulces y blanditos.
Como una de las telas estaba estampada con motivos de elementos propios de una granja, elegimos el tractor, el cordero, la vaca y las gallinas para otros lados de los cubos. Así se los podemos enseñar a Martí: Martí ¿dónde está la vaca? ¿Y el tractor?...
A ver si os animáis con los cubos para vuestros hijos o vuestros nietos. Son sencillos de realizar, los podéis hacer del tamaño que más os guste, con la combinación de telas más caprichosas y son un éxito seguro para los bebés.
Hola, son geniales, muy divertidos con esas telitas.
ResponderEliminarSaludos
Que bonitos los cubos ¡¡preciosos!
ResponderEliminarbesos.
que bonito so los cubos ¡preciosos!
ResponderEliminarbesos.