Este conejito es obra de Maria. Lo hizo hace ya varios meses y, desde entonces, decora la cómoda que hay en el recibidor de su casa.
La cara, como es frecuente en la colección de muñecos Tilda, no resulta demasiado expresiva, pero lo compensa con el encanto de sus grandes orejas y de su vestido tan divertido.
Las orejotas, con sus cuadritos de vichy en la cara interior, le dan un aire tranquilo y dulce.
Sus enormes patas van vestidas con un colorido pantalón a juego con el gorro de su cabeza...
... y con los tirantes de la bata o delantal que cubre la parte superior.
¿Os gusta el detalle del botoncito en forma de flor? también es de Tilda.
Un pequeño tributo en forma de corazón al punto de cruz, que ha llenado tantas horas de mi vida y con el que he disfrutado muchísimo. Con el patchwork he encontrado la posibilidad de desarrollar más la creatividad, ya que el punto de cruz te obliga a una fidelidad máxima al modelo y dificilmente puedes introducir variaciones.
En esta foto comparten protagonismos dos de mis grandes aficiones: el patchwork y la restauración, porque la cómoda o "calaixera" que se ve detrás la restauré hace un par de años para la casa de Maria. Era completamente negra y, después de quitarle toda la pintura, le di un acabado con pátina blanca.
Como me gustan estas conejitas. Té quedó preciosa, con el bordado a punto de cruz está linda, muy linda.
ResponderEliminarQue bonita te ha quedado la conejita ¡¡preciosa!!
ResponderEliminarbesos.
Que bonita! me encantan las tildas
ResponderEliminarBesicos!!!
Te quedó preciosa, besos
ResponderEliminarNice nice!!!!.
ResponderEliminarKisses.
Olga
oohhhhh me encantaaaa
ResponderEliminarEs preciosa, te ha quedado muy bonita.
ResponderEliminarUn beso