CUADRO DE PUNTO DE CRUZ

Mi afición por el patchwork es relativamente reciente si la comparo con los muchos años en los que el punto de cruz ha sido el centro de mis labores. Ultimamente me ha parecido que podría darles un aire diferente a los muchos cuadros y cuadritos que guardo en una caja,  transformando los marcos de madera y el cristal con el que los protegía, por la suavidad  y el colorido de diferentes combinaciones de telas. Además pienso que el cristal, un material muy frio, ahogaba mucho el encanto y la calidez que,  sin duda, tienen estas labores.

Este es un cuadro cuyo modelo saqué de un número de la  revista americana Cross Country. Como tenía cuadritos en el corazón central le puse un seudo passepartout alrededor,  de mis incondicionales cuadritos de vichy.

Alrededor combiné cuatro telas diferentes pero todas con estampado de flores,  en verdes y rosas.

En la parte superior puse un gran lazo de la misma tela de cuadritos verdes, del que cuelgan dos pequeños  corazones, como los corazones que hay en las cuatro esquinas del cuadro. Tanto el lazo como los corazones que cuelgan hacen que el cuadro tenga más volumen y le dan un toque de lo más original. La  ausencia del cristal también facilita que se pueda apreciar mejor el bordado. Y además, si se ensucia o coge polvo, se puede lavar tranquilamente.

 Los corazones hacen muy bonito y le dan un aire de lo más dulce y entrañable ¿no os parece?

 Animaros a darle un toque diferente  a labores que quizás estais cansadas de ver o que descansan, como las mías, en el fondo de una caja. Además, las aficionadas al punto de cruz reconvertidas en quilters  podréis combinar dos técnicas, dos pasiones  y dos momentos de vuestras vidas.